No es la primera vez que la baronesa Thyssen nos sorprende sacando a la venta obras de su colección, no siendo otra la finalidad, que la de solventar sus problemas de liquidez. Ya en el año 2012 lo hizo vendiendo el cuadro de “La Esclusa” de John Constable por 28 millones de euros, y sin ir más allá en marzo de este año sacando a la venta “Caballos de carrera en un paisaje” una de las dos únicas obras que posee del pintor impresionista francés Edgar Degas, y que se encuentra en el Museo Thyssen Bornemisza.
Sin embargo, parece ser que este miércoles ha conseguido poner fin airosamente a su tan ansiada liquidez, logrando vender una figura en bronce de un buda por la cantidad de 2,6 millones de euros, una cifra muy superior al precio que estimaron y que giraba en torno a los 504.000 euros.
Tres obras de arte asiático
Christie´s ha sido de nuevo la casa de subastas elegida por Carmen Thyssen para poner en venta algunas de las piezas de su colección privada, en este caso, en la sede de Nueva York.
En la subasta que se presentó bajo el título de “Piezas de arte de la India, Himalaya y el Sur de Asia”, la baronesa, presentó tres obras de arte asiático, un buda de entre los siglos XIII – XIV, con un precio estimado entre los 504.000 – 673.000 euros, una escultura en piedra negra del dios hindú Shiva y de su esposa Parvati del siglo IX, que valoraron entre los 84.000 y 126.000 euros, y una figura en bronce del poeta santo Sambandar que bien estimaron podría rondar entre 497.000 y los 663.000 euros.
La figura del buda es la única que consiguió vender y sorprendentemente con un precio muy por encima al estimado, tanto que se acabó convirtiendo en la obra de mayor valor de todos los lotes que se llegaron a subastar, 42 en total.
Las otras dos piezas, se quedaron finalmente sin comprador, pues las pujas se detuvieron antes de que llegaran alcanzar el precio mínimo, aun así, la baronesa ha asegurado que no se las volverá a traer y se quedarán en Nueva York a la espera de ser compradas.
Un buda nepalí
No hay duda alguna que, la venta de dicha pieza asiática, ha protagonizado, este pasado 13 de septiembre, uno de los momentos más estelares del evento, pues en cuestión de cuatro minutos, las pujas que partieron de los 300.000 dólares, acabaron con un golpe de martillo adjudicándose la obra finalmente por 3,2 millones de dólares, es decir, unos 2,6 millones de euros.
La obra, se trata de una figura en bronce de un buda meditando sentado, de poco más de medio metro de altura, creada en Nepal, entre los siglos XIII – XIV, y confeccionada por artistas de la comunidad de newari, habitantes originarios del valle de Katmandú, pioneros en la realización de trabajos en dicho metal.
Según Christie´s, pues así aparecía reflejada en el catálogo, la figura del buda, se puede considerar ser “cumbre de la sofisticación”, en el arte nepalí en bronce antiguo, principalmente por el buen estado de conservación. Leiko Coyle, especialista de arte asiático de la casa de subasta, sugirió “es un buda, que capta con su pureza de la forma y dulzura la esencia de las tierras asiáticas”.
Carmen Thyssen, recuerda con nostalgia, que era una obra, que siempre le gustó, desde que fue adquirida en el año 1993 en una subasta de Sotheby´s en Nueva York.
Los medios de comunicación, como siempre al día de los sucesos, le preguntaron ¿por qué vender un bien tan preciado? a lo que la baronesa acabó respondiendo “me considero una coleccionista muy seria referente a cuadros, y lo cierto es que si te gusta conocer muy bien todo, no puede ser de demasiadas cosas, además, el hecho de mantener una colección de tales característica al igual que mi patrimonio, resulta muy costoso, por lo que en ocasiones me veo obligada a desprenderme de algunas de mis obras más apreciadas”.
- A los 11 años visité el Prado por primera vez y jamás volví a ser el mismo.
- Amante de la Historia, la Cultura y las Bellas Artes.
- Desarrollador web y SEO desde 2003.
