Desde el blog de Arte&Subastas queremos dar el cierre a esta temporada antes de las vacaciones repasando algunos de los resultados más destacados durante estas últimas semanas en torno al mercado numismático, pero no se preocupen… porque en septiembre retomaremos el curso con nuevas noticias.
10 rublos de oro por 118.000 euros
A mediados de junio, la casa Auction House Rare Coins daba salida a una amplia colección de monedas locales formadas por más de 600 lotes. Con tanta amplitud muchos se quedaron sin vender, sin embargo, los resultados siguen reivindicando un poderoso coleccionismo en este tipo de piezas.
Entre ellas, destacaron 10 rublos de oro del año 1762, que con una salida de 90.000 euros acabó rematándose en 118.000 euros, y un rublo de plata con fecha de 1730, que partía de los 71.000 euros y acabó en casi los 86.000. Sin duda uno de los mejores remates en numismáticas dados hasta la fecha.
Y como si continuara la competencia de los años 80 entre URSS y USA, pocos días más tarde centrábamos el foco de atención en los Estados Unidos, donde la casa Stack´s and Bowers adjudicaba un llamativo conjunto de monedas norteamericanas.
En total fueron más de 2.500 lotes los que llegaron a venderse lo que supuso un 95% de las ventas. Cierto es que entre ellos no había muchas piezas originales, pero aun así, más de 170 lotes lograron subastarse con cifras de hasta cinco dígitos.
Entre ellos la estrella de la tarde fue los 20$ del año 1861, que aunque estimado en torno a unos 64.000 euros se fue hasta 82.000 de martillo. La otra de las piezas más sobresalientes fue, esta vez sí, para un ejemplar muy peculiar de 20$ con fecha de 1857, que superó la estimación de los 45.000 dólares (38.000 euros) hasta parase en los 78.000 dólares (66.000 euros).

Espectacular licitación en Cayón Subastas
Y para acabar con este repaso de los remates en numismática retrocedemos hasta el día 3 de julio, cuando Cayón Subastas celebraba su puja en el hotel Palace de Madrid, para dar la salida a más de 1.000 lotes, y cuya expectación fue tal, que apenas quedaron dos docenas sin vender.
La subasta, que estuvo dividida en cuatro partes bien diferenciadas, la primera quedó reservada para la mejor y amplia colección de denarios ibéricos que se haya subastado hasta la fecha. Un rarísimo Kolounioku que partía de los 1.000 euros se remató finalmente en 6.900, y un bellísimo ejemplar de Sekaisa, que desde los 1.500 euros se fue hasta casi los 4.200. Otro de los lotes más disputados fue para un peculiar ejemplar de Arsaos, que rápidamente dejó los 120 euros de salida, para convertirlos, tras una larga puja, en los casi 3.000 euros.
La segunda parte, estuvo dedicada a los 8 reales, con un rarísimo ejemplar de Gerona. Su precio, que partía de los 20.000 euros, pronto acabó convirtiéndose en unos 32.400. El también singular duro de México, ensayador F de 1732, que partía de unos 3.500 euros subió hasta los sorprendentes 8.400.
Asimismo, también hubo otros resultados de columnarios de una sorprendente calidad, que revelaron el buen estado en el que se encuentra el mercado numismático para los duros de plata virreinales y peninsulares. Hubo por ejemplo un bellísimo columnario del año 1745 que se remató 3.120 euros, y un excelente duro de Sevilla que superó la barrera de los 4.500 euros. Hay que reseñar que en el apartado de duros, no hubo ningún ejemplar que quedase sin vender, lo cual es sin duda una importante noticia.

Una onza de Nueva Reino por 320 euros
Ya en la tercera parte de la subasta, esta se correspondió a la venta de monedas menores de oro españolas, a la que se le sumó una selección de ½ escudos o durillos. De nuevo se dio un sorprendente suceso porque tan solo quedó un lote sin vender. De entre ellos, destacaron las 20 pesetas de los años 1892 y 1904. Ambas partían de los 1.000 euros, sin embargo, se fueron hasta los 3.360 y 2.880 euros respectivamente.
Otra docenas de durillos también lograron venderse. La mayoría de ellos superando la cifra de los 400 euros, y algunas incluso superando los 900 euros.
La guinda de esta larga y extraordinaria subasta, y con la que se cerraba, fue con el apartado de los 8 escudos y onzas. De entre ellas sobresalían los 320 reales de José Napoleón de 1810 que con una salida de 6.500 euros acabó rematándose en más de 9.000 euros. La otra de las piezas fue la onza de Nuevo Reino de 1750 que aun partiendo de los 7.000 euros su remate finalizó en 13.320 euros.
Dentro de este apartado, ninguna moneda se quedó sin vender, de modo que de nuevo buenas noticias para el mercado. Intensas fueron también las pujas en varios lotes, aunque fue el grupo de 8 escudos de Lima el que mayor sensación causó, tras salir a puja un bello ejemplar que databa del año 1715 y que destacaba por la profusa decoración de estrellas, que salía en 4.000 euros y subió hasta la cantidad de 11.400 euros.

- A los 11 años visité el Prado por primera vez y jamás volví a ser el mismo.
- Amante de la Historia, la Cultura y las Bellas Artes.
- Desarrollador web y SEO desde 2003.