Los seres humanos por naturaleza tendemos a ser personas curiosas, pero… ¿existe un ser más curioso que aquel que eligió vivir de la arqueología? Quizás sea esta una de las ciencias más fascinantes, la que mejor interés tiene por conocer el pasado, nuestro pasado.
En cada hallazgo, se descubren nuevas cantidades de interrogantes a los que darle una respuesta, nuevos misterios, nuevas posibilidades, pero sobre todo grandes sorpresas.
Hoy, nosotros hemos querido despedir el año con nuestro último post, queriendo rendir porque no, un pequeño homenaje a estas personas que se ven involucradas en grandes proyectos, la mayoría durante años, y dedicándole horas a plena luz del sol (porque de casi todos los que hablemos se han descubiertos en Egipto), haciendo una pequeña recopilación sobre cuales han sido los grandes descubrimientos arqueológicos que nos ha dejado este 2017.
1. Una cámara secreta en la pirámide de Keops
Pasarán las décadas y la que tiene el honor de ser la más antigua de las siete maravillas del mundo, y que aún perdura, nunca dejará de sorprendernos, pues a día a de hoy, sigue aguardando grandes secretos.
Este año, a principios de 2017, un grupo de arqueólogos se ponían rumbo a la ciudad de Giza, para llevar a cabo lo que ha resultado ser uno de sus mayores descubrimientos, y es que la Gran Pirámide de Keops, tiene una enorme cámara secreta.
En la investigación, liderada por expertos de Japón, Egipto y Francia, y a su vez, dirigida por el también japonés Kunihiro Morishima, de la Universidad de Nagoya, se ha descubierto gracias a lo que se conoce por rayos cósmicos, un sistema que ha permitido ver todo el interior de la tumba, y sin mover una sola piedra, que existe un enorme vacío donde se esconde una nueva cámara secreta.
Además, este sistema también podría servir para explicar cómo se levantó tal grandioso monumento, ya que, pese al paso de los siglos, sigue siendo este uno de los grandes enigmas a revelar.

2. Una necrópolis en Luxor
Cuando parecía que en Luxor estaba ya todo descubierto, una nueva expedición, vuelva a situar esta ciudad egipcia en el mapa de la actualidad.
Se trata de una gran necrópolis arqueológica edificada sobre las ruinas de la ciudad de Tebas, capital por antonomasia, del Imperio Nuevo del Antiguo Egipcio. Nada más conocer las autoridades la noticia, eran pocos los datos que se podían desvelar, pero a día de hoy, ya han podido asegurar que este nuevo cementerio, es todavía más antiguo e histórico que el anteriormente descubierto, el cementerio de Osrahat.
El jefe de la Agencia de Antigüedades de Luxor, Mustafa Waziri, fue el encargado de informar que en la nueva necrópolis se han encontrado un total de más de 1.300 estatuas de diferentes tamaños, así como ataúdes con sus respectivas momias.
Otros de los datos relevantes, ha sido que la gran mayoría de los objetos encontrados, se encuentran en un perfecto estado de conservación, haciendo énfasis en una serie de máscaras funerarias, que después de miles años, aún conservan todos sus colores.

3. La diosa faraónica de la guerra, Sejmet
Y de nuevo en Luxor, otra misión arqueológica, nada que ver con la anterior, en este caso encabezada por la arqueóloga Hourig Sourouzian, en la zona de los colosos de Memnón, como parte del proyecto de conservación del templo del Rey Amenhotep III, se hallaron un total de 93 estatuas fragmentadas de la diosa faraónica de la guerra, Sejmet, representada como una mujer con cabeza de leona.
Las piezas, todas talladas en granito negro, tiene tamaños diferentes, si bien, la mayor no sobrepasa los dos metros de altura. Además, no en todas se representa por igual, sino que en algunas se representa a Sejmet sentada en un trono con el símbolo de la vida en su mano izquierda, en otras aparece de pie o portando un papiro, aunque siempre coronada por un disco solar.
La misión arqueológica comenzó sus trabajos en esta zona en 1998, y desde entonces son ya más de 280 estatuas las que se han encontrado sobre esta diosa, pues así lo ha afirmado Fathi Yasin, el director general de Antigüedades del oeste de Luxor.

4. El coloso de Ramsés II
Se trató esta de una labor conjunta de egiptólogos egipcios y alemanes, en la que descubrieron en una excavación de El Cairo, dos estatuas faraónicas de la dinastía XIX. Una de ellas, la de mayor tamaño, pues mide en total unos 8 metros, fue hallada rota, en grandes trozos de cuarcita y se cree que es de Ramsés II. La otra, en caliza, es la parte superior de una estatua natural del rey Seti I, hijo de Ramsés I, que no llega a alcanzar el metro de altura.
La zona en la que ambas fueron localizadas recibe el nombre de Ain Shams, donde se encuentran los restos del templo de Ramsés II en la antigua ciudad de Heliópolis, que actualmente es un barrio de dicha capital egipcia.
El jefe de la misión, Ayman Ashmaui, comento en su día, que las investigaciones continuarán en búsqueda de aquellas partes que no fueron encontradas, relacionadas con la primera de las estatuas, para así poder corroborar con certeza la identidad de dicha pieza, ya que, aunque se crea que lo más probablemente sea de Ramsés II, no hay nada, ni al menos ningún dato epigráfico, que así lo confirme.

5. La estatua de dos metros en Angkor Wat
Después de que, en 2011, se encontraran dos estatuas gigantes de un Buda en el complejo monumental de Angkor Wat, en Camboya, uno de los mayores complejos arqueológicos del sudeste asiático, este verano, un grupo de arqueólogos camboyanos se toparon con una estatua de casi dos metros de altura y 200 kilos de peso, pasando a ser uno de los hallazgos más sorprendentes del complejo, y más aún, cuando tan solo estaba a 40 cm bajo tierra.
La escultura, de arenisca, a la que tan solo le faltaban los brazos y las piernas, se halló en buen estado de conservación, y se cree que data de finales del siglo XII, comienzos del XIII. Fue encontrada durante las excavaciones de un hospital construido durante el reinado del rey Jayavarman VII (1125-1218 d.C.), para el cual se piensa que ha formado parte de algunas de las puertas que daban acceso al mismo.

6. El yacimiento prehistórico de Santa Linya
Precisamente en este yacimiento descubierto en 2002, y localizado en el término municipal de Avellanes-Santa Linya, en las sierras exteriores del Prepirineo de la Noguera (Lleida,Catalunya), se han topado con varios grabados pertenecientes a la época del Paleolítico Superior, convirtiéndose en las primeras manifestaciones artísticas más antiguas del país dadas hasta la fecha.
Todo fue gracias, a Rafael Mora, arqueólogo y catedrático de Prehistoria de la Universitat Autònoma de Barcelona, y quien lidera el equipo de excavación, cuando en unos de esos días, y por azar, decidió apartar la vista del suelo, para centrarse en las paredes de la cueva, aparentemente despojadas de arte rupestre.
Ahora y tras profundos estudios de campo, quieren seguir profundizando en ello, pues según ha comentado Mora, “bajo los grabados, que se encuentran a poca altura, es decir, entre medio metro y metro y medio, se haya una importante capa de sedimentos, y lo más probable es que a medida que vayamos ahondando la zona salgan otros más”.

7. Tumbas prehistóricas en la necrópolis de Vilanera (Gerona)
En las nuevas excavaciones llevadas a cabo en este yacimiento arqueológico de la necrópolis de Vilanera, en l’Escala (Alt Empordà), por un grupo de arqueólogos españoles e italianos, han sacado a la luz nada más y nada menos que diecisiete nuevas estructuras funerarias que datan la época del Bronce Final y primera del Hierro.
La propia Generalitat ha sido la encargada de calificarla como un testimonio de gran interés, ya que gracias a ella ayudará a saber y poder reconstruir cual fue el origen del asentamiento del enclave griego de Empúries.
Esta tarea iniciada en otoño del año pasado, por parte del Ayuntamiento de la Escala, ha permitido que se excavase lo que antaño era un enorme túmulo, localizado en una zona aledaña y delimitar el perímetro de la misma. En dichas exploraciones, otro de los hallazgos más sorprendentes fueron unas piezas de cerámicas tipo Montboló, fechada al igual que las tumbas en la época del Neolítico Medio.

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